martes, 22 de febrero de 2011

Croquetas de espinacas

Vuelvo a mis fueros, que veo que las etiquetas acumulan un peligroso 3 en el "yo" y ese no era el plan : ))

El pasado Martes, tras un duro día de ajetreo en la búsqueda de vivienda y una kilometrada importante, decidí darme un premio e irme a cenar a un sitio chulo. No estoy en París y no hay grandes restaurantes abiertos un Martes por la noche, pero encontré un bar con muy buena pinta, y como tenían puesto el partido de Copa de Europa, decidí entrar.



Me senté en una mesa y rápidamente salió a atenderme una chica jóven con una bonita sonrisa y un corte de pelo que me resultó gracioso (en el buen sentido, claro está).
- ¿Qué va a ser? - dijo mientras esbozaba una sonrisa.
Me encanta que me lo pregunten de esa manera. Me da la sensación de que te sirven de buena gana. Obviamente, influye la entonación, así que imaginaros una entonación amable.
- Una caña y, ¿me traes por favor la carta de raciones?
- Por supuesto, ¿cómo no? - sonrisa amplia al darse la vuelta

Me sentí a gusto. Además, estaba viendo a Raúl jugar un gran partido. No es que vaya con el Schalke 04, al contrario, apoyo al Valencia C.F. en la eliminatoria. Pero ver jugar a Raúl es, casi siempre, una lección de inteligencia. Si habeis tenido la oportunidad de verlo en directo estaréis de acuerdo conmigo. ¡Qué listo es el jodío!

Pero bueno, volvamos a la carta. Me apetecía una ensalada, pero en todas las que había ponía la incómoda coletilla "para 2". Me acordé de Lorena :). Cuando llegó mi caña le pregunté a la chica por el tamaño de las mismas y me dejó tan impresionado que debió notárseme la sorpresa, porque ella me dijo que era demasiado para una sóla persona. Así pues, me fijé en las croquetas de espinacas que ofrecía la posibilidad de media ración. ¡Qué carajo! Había ido buscando una cena chula y estaba tomando cerveza y a punto de comerme unas croquetas viendo el fútbol. Y es que, hay que estar preparado para cualquier situación en esta vida ;-) ))

Total, que llegaron las croquetas y... estaban deliciosas. Además, vinieron acompañadas de un poco de ensalada, con lo que maté 2 pájaros de un tiro (por aquello de que no sea todo grasuza). Como decía el gran Alex: "Si te engrasuzas, te puede dar un chungo a la patata" : )) Me encanta esa frase.

El caso es que en el bar únicamente quedaba yo y un par de tipos cuarentones que, se notaba, acababan de salir de currar en algo físico (tipo carpinteros, mecánicos o algo así) y estaban bastante agotados y sucios. Sin embargo, la camarara debía conocerles porque los trataba con cierta familiaridad.

En la barra, tomando cervezas durante toda la noche, había un tipo que, por la edad, deduzco que sería el noviete o similar de la camarera (unos 20 años) y que no dejaba de mirar mal a todo el mundo. Primero a mí, pero como estaba lejos no le hice mucho caso. Luego a los 2 cuarentones que le dijeron alguna gracieta a la camarera. El caso es que a ella parecía gustarle. A mí no me parecieron en absoluto ofensivas. Todas dichas con bastante respeto. Pero el noviete no debía pensar lo mismo porque le dijo algo al oído a su chica que sí que le molestó.

Y es que me repatea un pelín esa actitud de "dueño y señor" de una mujer (o de un hombre, o de cualquier ser humano). Me dió la sensación de que el chico estaba molesto porque su chica hablara con los clientes. Y os aseguro que la chica no tonteaba (que de esas camareras también hay). No, la chica únicamente era amable y simpática, pero ni un atisbo de coquetería en sus palabras, miradas o gestos. Al menos, yo no lo percibí (cierto es que estaba más pendiente de Raúl y sus desmarques : )))

Cuando me acabé mis croquetas, la atenta camarera me preguntó si faltaba alguna cosa. Le dije que no haciéndole ver que podía retirar las cosas. Mientras lo hacía, le eché una mano y le dije que las croquetas estaban riquísimas porque así me lo había parecido, y que felicitara en cocina de mi parte. Ella sonrió y me lo agradeció como si fuera algo extraordinario. No debería serlo, igual que uno se queja cuando las cosas están mal, debe alabarlo cuando están bien, creo yo... El caso es que a su celoso chico nuestra miniconversación le intrigó bastante y volvió a decirle algo al oído de su chica que le hizo torcer su gesto. Aquello me entristeció. Porque seguro que el chaval es una bellísima persona en otras facetas pero, joder, en el trato a su pareja deja cosas que desear...

En fin, como siempre, suposiciones y monsergas que me invento (o no); pero dan que pensar, ¿no estais de acuerdo?

un slaudo

2 comentarios:

  1. Hola Yaescasi.

    Madre mía si te llegan a leer alguno de mis amigos valencianistas acérrimos (y puedes decir cerriles), alabando a Satán/Raúl :D. Fuego y cuchillo con Yaescasi.

    Qué cosa tan extraña lo del novio de la camarera. A ver, la chica está trabajando y forma parte de su trabajo el ser amable con la clientela. Mal lo lleva si se comporta así porque, siguiendo con las suposiciones, la paciencia tiene un límite hasta para las camareras amables y con bonita sonrisa.

    Que vaya todo muy bien por donde quiera que pares. Y espero que te encuentres raciones para uno en tu próxima salida.

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  2. Hola Alejandro

    ayer estuve viendo Barman del futuro y me acordé de tí. La verdad es que está muy bien. Hasta para mayores : )

    Estoooo... sí, ya he encontrado un sitio de puchimbolo para comer/tapear. Un bar que llevan un par de hermanos que son majetones de verdad y muy amables. Me voy a convertir en habitual : ))

    un brazo

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un saludo y gracias!