Bueno, no es de los temas que siempre he tenido en mente para este blog, pero es el que tengo en la cabezota ahora mismo, así que allá va.
Esta tarde me he acercado a una terraza cerca de mi casa. Me apetecía leer un rato y aprovechando el buen tiempo, he decidido hacerlo en un sitio al aire libre. Otras veces me voy al parque, pero hoy ha tocado cafetería. Cuando he llegado todo estaba muy tranquilo, estaban acabando de dar las comidas dentro y en la terraza estaba yo solo con mi café. Tan a gusto. Y un grupo de 3 personas que han acabado su comida, han salido a la terraza a tomar el café. Llamaremos a estas personas R y J (chicos) y S (chica). Inevitablemente, me han distraído de mi lectura con su cháchara y he decidido resignarme y dejar el libro sobre la mesa (Chèjov seguirá ahí mañana).
Al parecer R, S y J son compañeros de trabajo. A juzgar por cómo vestían se trata de un trabajo de oficina. La conversación versaba sobre un cuarto compañero, un tal T que debe estar pasando una mala racha. Según parece, R y S se llevaban muy bien con T, pero la relación ha debido enfriarse, lo suficiente como para que S esté especialmente molesta con él.
R: Bueno, y ¿qué os parece T?. Hoy ha llegado como media hora tarde al trabajo.
S: ¡Buah! eso lo lleva haciendo un montón de semanas. ¿No te has dado cuenta?
J: Hombre, que lo digas precisamente tú, que llegas tarde todos los días desde hace años... Pero sí, ha llegado tarde. Por lo visto no ha dormido bien. Dice que se encuentra mal.
S: Pues si todos hiciéramos lo mismo. ¡Bah! es un rancio.
R: Sí, ya casi ni da los buenos días.
J: Sí, algo le pasa.
S: ¡Que le den!
Así continuaron un rato. Sacando los trapos sucios del tal T al que la chica S parecía tenerle especial ojeriza. R le defendía alegando que ella le tenía cruzado, pero en cuanto S se revolvía, R cedía para mantener su simpatía. J parecía el único capaz de conceder el beneficio de la duda. Curioso teniendo en cuenta que los otros 2 parecían ser más cercanos al sujeto puesto en tela de juicio.
Al cabo de un rato, S abandonó el lugar, quedando los 2 chicos que cambiaron el café por sendos orujos de hierbas. La conversación continuó en un tono más relajado y, al parecer, R y J estaban más de acuerdo de lo que parecía cuando la fémina estaba delante. Tuve la impresión de que R mostraba 2 caras: una comprensiva delante de los chicos y una cómplice o complaciente más bien, cuando su interlocutor era femenino.
Y esto me llevó a pensar en T y en que, si realmente está pasando una mala racha (por los motivos que sean) y, realmente R y S se consideraban amigos suyos, ¿cómo entonces no se habían tomado la molestia siquiera de intentar averiguar qué era lo que le ocurría a su amigo? Antes bien se dedicaban a despotricar sobre él elucubrando sobre sus faltas en lugar de buscar una explicación o un origen a dicho comportamiento. Y en lugar de tratar de ayudar a su amigo. Acojonante.
Más tarde, pensando sobre el tema, caí en la cuenta de que yo a esta gente ya los había visto antes. Hará cosa de 10 meses o así, el Octubre pasado, ví a S tomando café con un chico con el que parecía llevarse muy bien. Supongo que será el tal T. Por entonces parecían tener cosas en común. Recuerdo pensar al principio que eran pareja, pero después de verles un rato, pensé que más bien se trataban como amigos, con cariño pero con distancia. Esa que marca la diferencia entre unos novios y unos amigos.
En fin, que no estoy muy inspirado para divagar sobre el tema, sólo quería exponer la situación que, siempre desde mi externo punto de vista, me resultaba indignantemente injusta para con T. Si realmente lo está pasando mal (vete a saber si le ha dejado la mujer o le han detectado un cáncer), no bastando con no tener el apoyo de sus supuestos amigos, tiene que soportar críticas a sus espaldas. Y a saber lo mal que se lo estarán haciendo pasar en su lugar de trabajo.
¿No os resulta chocante?
Otro café por favor...
Un blog en el que exponer lo que cada día nos encontramos por la calle, en el metro o, como yo, en las cafeterías de todo el mundo. Un sitio en el que observar, analizar e inventar conclusiones acerca de las circunstancias de cada persona, de cómo será su vida y por qué motivos los percibimos como lo hacemos. En fin, un sitio donde ejercitar la imaginación y reirse sanamente de las vueltas que da la vida para todos. Espero que os guste...
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sábado, 21 de agosto de 2010
Compañeros de trabajo
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Impresionante cómo somos.
ResponderEliminarLa palabra amigo y amistad deberían costar dinero al pronunciarlas porque seguramente no seríamos tan ligeros al usarlas.
Y las amistades laborales, aunque tarde se acaban poniendo en su sitio que es simplemente el compartir un lugar de trabajo y poco más.
Hola de nuevo Alejandro y gracias por curiosear en mi blog : )))
ResponderEliminarLa verdad es que este post lo escribí un poco atropellado. No desarrollé correctamente lo que quería expresar. Aun así, parece que lo captas bastante bien, cosa que me alegra.
Es verdad que es impresionante cómo somos. La vida me ha enseñado que la gente gusta de juzgar antes de pregutar. Y esto es especialmente grave y ofensivo cuando se trata de gente "cercana" o incluso, amigos.
en fin, un saludo